jueves, 2 de julio de 2009

huye dentro de mi panza

Me manosea la panza de cinco meses de embarazo mientras me coge, yo le pido que lo haga suave, me duele, con este voy por el quinto cliente, trabajamos bien las prostitutas embarazadas , ellos nos buscan, son de clase media, me doy cuenta por su ropa, su lenguaje, sus manos, también son obreros, curas y pastores. Recuerdo a este ultimo que es pastor en la plaza once, primero me lleva comer, me pregunta como estoy, mis hijos y luego vamos al hotel que queda media cuadra de la plaza, allí nos dan por cada cliente que llevamos dos pesos, que lo cobramos al terminar el día.
Mis tetas están llenas de leche, grandes, pesadas, siento a mi hijo que se mueve, patea, se esconde debajo de mis costillas, me falta aliento, sube, baja, me apreta el estomago, lo siento encajado, me estalla la vejiga, me orino, jadeo de cansada, y el sigue allí cogiéndome, ponte en cuatro patas me dice, ponete boca arriba y las patas en alto, no acaba, no acaba,…. Pienso en mis otros hijos, ¿ya abran llegado de la escuela?, ¿estarán bien?, tengo que pasar por el supermercado, comprar leche, fideos, azúcar, carne, pan, me espera una parva de ropa para lavar, estoy muy transpirada, cansada,

¡Y mi hijo sigue huyendo dentro mío,
huye de este cliente que lo esta violando.!!!

.Ah mañana es miércoles viene el cliente que me trae paquetes de pañales, ropa para recién nacido, el es un hombre mayor, solo sale con mujeres embarazadas, lo primero que pregunta, ¿es varón o nena?, y mientras me coge le habla, lo manosea a través de mi panza, me paga muy bien cuando estoy con la bolsa rota, por eso me llama dos veces al día el ultimo mes.

Me duele mucho el cuerpo, mi hija sigue tratando de huir de ese pene que la penetra, la golpea, la humilla, la tortura, ¿quedara algún recuerdo de eso? él Entra y sale de mi vagina, de mi cuerpo,…. habla,….. balbucea,…. no lo escucho, no puedo, es mas fuerte el grito de mi vientre, yo vuelvo huir con otro recuerdo…
Cruzo la calle, camino rápido a mi parada de Bolivia y Rivadavia, estoy embarazada de 6 meses de mi quinto hijo, y dos abortos.

Las veo a ellas, mis compañeras de parada, somos unas 15 en esa esquina, y en toda la cuadra mas de 35, todas trabajamos bien, hay plata y muchos clientes… recuerdo que un día estaba saliendo de la habitación del hotel, arreglándome el vestido, mis cabellos, un cliente estaba esperándome en el pasillo, me agarro del brazo y me entro a la habitación, era en los años que los militares estaban en el gobierno.

Todas teníamos cadenas de oro y anillos en todos los dedos, todo iba bien mientras la policía no nos agarraba, ir presa al departamento de policía era un calvario, nos manguereaban con agua fría, nos hacían pasear con la cabeza en alto por el patio de las palmeras para que todos nos conocieran, y si nos teñíamos o cortábamos el cabello nos volvían sacar fotos para actualizarlas.las que no teníamos visitas la pasábamos mal, ¿Quién te acercaba comida?, ropa limpia? Entonces comenzamos hacer como las tortugas andar con un bolso sobre nuestra espalda llevando una muda de ropa, tallón, algodón, toallas femeninas, jabón, una frazada, una sabana y las infaltables cartas para jugar. No sabíamos cuando era de día o de noche, no había ventanales.

En el calabozo de la 50 siempre éramos alrededor de 50 entre mujeres y travestis, recuerdo que aprovechábamos a abortar, las chicas que tenían marido, la gran mayoría de ellas, lo podían hacer mas tranquilas, ya que luego podían descansar, estar cuidadas por las otras mujeres y si estaban en libertad a los dos días de abortar de nuevo estaban paradas en la zona.
Siempre había unas mujeres que estaban prácticas en colocar las pastillas oxaprost, nos poníamos bien adentro del útero, luego tomábamos alguna en forma oral, y al día siguiente comenzábamos hacer abdominales, recuerdo con cariño como algunas chicas travestis que nos ayudaban a sostenernos los pies, baldeábamos los baños de esa comisaria roñosa de la 50 con baldes de 20 litros de agua, cuando llegaba la hora , no estaba sola, nos uníamos, un grupo seguía jugando las cartas para no llamar la atención, otras ayudándome, en ese baño en desuso dentro del calabozo, otras llamando al sargento de guardia para que abriera el calabozo para comenzar a limpiar, y ahí aprovechábamos a sacar los restos del aborto a los tachos de basura, siempre lo dejaban cerca del calabozo, era todo una puesta en escena

Allí solo nuestro cuerpo estaba preso.

Hace media hora que me esta cogiendo, su transpiración me moja el rostro, sus gestos muestra placer, el mío dolor.

Mi hijo se acurruca, se esconde, patea,…. patea,… patea…

Hoy esta dura la calle, no logro hacer ningún pase, necesito dinero, hay! que no me vea la policía, no tengo para pagar la coima, son 400 al patrullero, otros 400 a moralidad, otros 400 a la brigada, él se me acerca, solo dice vamos, entro sola al hotel, mas atrás él, todas lo conocemos, no nos penetra, paga bien, comienzo a tomar agua, , mas agua, el quiere la lluvia dorada, ,me cuesta contarlo,…. yo debo ir arriba de él, en cuclillas, sobre su cara y comenzar a orinarle, no puedo, me obliga a tomar mas agua de la canilla, inténtalo de nuevo dice acostado desde la cama, tengo vergüenza,… vergüenza,…. mucha vergüenza, mi vejiga no responde, yo sigo en cuclillas sobre su rostro, me digo “dale, no tenés un mango”, “hace de cuenta que estas en un inodoro”,
“Dale mealo a este desgraciado, hijo de puta”, comienzo a orinar, el grita, se masturba, se ríe, la vergüenza se apropia toda de mí, no hay un pedacito que haya quedado sin humillarse, deseo correr,… huir,…. pero lloro en silencio, él lo sabe y lo disfruta, pero no le vasta eso, me pide más, sentate sobre mi pecho dice y hacé la lluvia negra, dale que te pagué bien puta de mierda, no puedo, la lluvia negra es hacer caca, debo hacer caca sobre su pecho mientras el se masturba y me mira, lloro, no ha quedado nada de mi sin ser violada,…. humillada, no ha quedado nada intimo solo mío, el me lo robo todo.

Dale terminá!!, le grito, me quiero ir a casa, me espera otros roles, el de mamá, ama de casa, cuñada, tía, hermana, escuela, marido,

El goza,… su esperma me moja toda la panza, se viste y se va, yo me quedo quieta,…. exhausta,… mi panza esta dura, como una piedra,… me lavo,… me visto,…. cruzo la calle,…. paro al colectivo,… me siento al lado de una mujer,… me pregunto ¿Cómo habrá sido su día?.

Sonia Sanchez