cuanta realidad en una sola entrada! por dios! es demasiado para mi..... es que es verdad. cuántas veces las mujeres somos víctimas del maltrato verbal? que muchas veces es peor que cualkier otra cosa? cómo lastiman las palabras!! que se creen los demás que son para tener el derecho de tratarnos así? de decidir sobre uestras vidas? de lastimarnos? .... la triste realidad de cualquier mujer argentina.
A comienzo de este año, la Cooperativa de Trabajo Lavaca Ltda., responsable de la publicación de MU, un periódico mensual; el libro Sin Patrón, una guía de fábricas y empresas recuperadas y El fin del periodismo y otras buenas noticias, decidió abrir un espacio de encuentro en donde poder generar ingresos con un bar y en donde además se daría espacio a muchos colectivos, artesanos, putas, vendedores ambulantes y asociaciones que realizan productos dentro de instituciones como el Instituto José T. Borda y Tobar García.
Lavaca significaba, para los que hacemos esta carta, un espacio donde la construcción de pensamiento y de trabajo se basaba en la horizontalidad, el respeto y el reconocimiento al otro como par. La ilusión cuando abrimos MU. Punto de Encuentro era tener un lugar que genere un “encuentro”, donde confluyan todas aquellas experiencias con las que trabajamos desde un primer momento y que dieron sentido a la creación de la cooperativa; creímos en un espacio donde convivan distintas experiencias, distintas manifestaciones culturales, donde pudiésemos humanizar los productos de los colectivos que veian cerrado todo tipo de canal para su difusión, un espacio que nos permitiese hacernos visibles, que nos permitiera además vivir dignamente... Hoy, seis meses después de la inauguración del espacio, que queda en Hipólito Yrigoyen 1440, los integrantes de la cooperativa, que sostienen el espacio, decidimos presentar nuestra renuncia después de los reiterados maltratos que recibimos de parte de una de las fundadoras de la cooperativa: Claudia Acuña. Desde el momento que abrimos el espacio, fuimos víctimas de la violencia verbal y de las humillaciones de esa persona, que pasó desde gritos injustificados hasta un exhaustivo control de nuestra vida privada/personal. Hoy, viernes 7 de noviembre de 2008 decimos basta a la violencia ejercida por esta persona, decimos basta de control sobre nuestras vidas, decimos basta a la mentira, manipulación y a las contradicciones, porque no queremos ser más cómplices de ellas.
Las contradicciones de las que hablamos tienen un ejemplo concreto (aunque podrían ser citados muchos otros): un miembro del periódico realizó una entrevista con un reconocido cineasta y militante, para el número de noviembre. Días después subió el audio en crudo a un programa de radio que él conduce que se emite semanalmente por internet. Misteriosamente, la editora de un periódico cuyo lema es noticias antycopyright, libre circulación de la información, se enfureció. Llamó y habló con distintos miembros del grupo a los gritos, agrediéndonos y diciendo que el periodista “no era nadie”, que gracias a su nombre había conseguido el reportaje, y que subir la nota representaba un acto digno de un “caradura”. Por si fuera poco se metió con su familia, y le dijo vía mail al periodista que no iba a publicar el artículo y que “se lo metiera en el culo”.
Ninguno de nosotros estaba vinculado a este proyecto por el dinero. Empezamos ganando 400 pesos por trabajar, a veces, hasta 13 horas diarias, no sólo atendiendo mesas, lavando baños y platos, sino también resolviendo problemas administrativos que la cooperativa trae de arrastre desde que fue fundada en 2001; organizando eventos como ciclos de poesía, recitales y fiestas que nos ayuden a pagar el alquiler y nuestros sueldos. Cada mes, gracias a nuestro esfuerzo, pudimos incrementar los jornales mes a mes y llegar a ganar hoy la descomunal suma de 700 pesos mensuales. Sin embargo en el día de la fecha, esta persona se comunicó para decirnos que teníamos que cobrar menos, aduciendo como justificación “la recesión económica”. Ese es otro de los tantos motivos que nos hacen tomar esta decisión, aunque queremos dejar bien claro que la causa principal no es la económica, sino el maltrato antes citado. Valga como prueba de ello que en el espacio queda todo intacto, sin que ninguno de los renunciantes se lleve absolutamente nada, ni reclamando el aporte económico realizado al inicio del proyecto.
Nosotros nos vamos, pero todos los que sigan yendo tienen que saber que ahí no se está gestando nada nuevo como esta persona quiere hacer creer. Los más antiguos modos/rasgos patronales están siendo ejercidos hasta hoy -con nuestra actitud pasiva, lo sabemos y reconocemos, aunque motivadas por temor a ciertas represalias-, pero ya no más. Decimos basta y vamos a llevar esta Carta Abierta a donde sea necesario, para que esto no pase nunca más.
Agradecemos el apoyo recibido hasta ahora (y a partir de ahora), y a todos los que nos están acompañando en este momento tan difícil para nosotros.
Los abajo firmantes (por orden alfabético): Gonzalo Beladrich, Ana Belén Díaz, Quimey Lillo, Pablo Nicolás Montiel, Sonia Sánchez.
cuanta realidad en una sola entrada!
ResponderEliminarpor dios! es demasiado para mi..... es que es verdad. cuántas veces las mujeres somos víctimas del maltrato verbal? que muchas veces es peor que cualkier otra cosa?
cómo lastiman las palabras!!
que se creen los demás que son para tener el derecho de tratarnos así? de decidir sobre uestras vidas? de lastimarnos? ....
la triste realidad de cualquier mujer argentina.
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FlO :)